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¿Cómo funciona un autolavado de coches?

Todos sabemos qué es un centro de lavado de coches: llegas con tu vehículo, entras en la instalación y en pocos minutos lo sacas limpio y brillante. Sin embargo, pocas personas conocen realmente cómo funciona un autolavado de coches y qué tecnologías hay detrás de un proceso que parece tan sencillo.

En este artículo te lo explicamos paso a paso: desde qué es exactamente un autolavado, los tipos que existen, hasta cómo funcionan los sistemas más habituales, como el puente o el túnel de lavado automático.

¿Qué es un autolavado de coches?

Un autolavado de coches es un espacio diseñado específicamente para la limpieza y el mantenimiento estético de los vehículos. A diferencia del lavado manual tradicional, los autolavados de coches cuentan con sistemas mecanizados, detergentes específicos y tecnología avanzada que permiten limpiar de manera más rápida, uniforme y sostenible.

Un centro lavado de coches puede dividirse en dos grandes modalidades:

  • Lavado automático de coches: el proceso de limpieza se realiza mediante maquinaria especializada que aplica agua, jabón, cepillos y sistemas de secado. El conductor apenas tiene que colocar el vehículo en la posición indicada y esperar.
  • Lavado manual: aunque se realice dentro de un centro de lavado, es el propio usuario quien limpia el coche, normalmente utilizando lanzas de agua a presión, espumas activas y otros accesorios.

Ambos métodos cumplen la misma función: dejar el coche limpio y cuidado, pero cada uno tiene características y ventajas diferentes.

Tipos de autolavado de coches

Los autolavados de coches han evolucionado con el tiempo y hoy en día encontramos diferentes formatos que se adaptan a las necesidades de cada conductor. Los más habituales son:

  1. Puente de lavado automático: el vehículo permanece estático y es la máquina la que se desplaza alrededor del coche aplicando los diferentes programas de lavado.
  2. Túnel de lavado automático: en este caso, el vehículo se mueve sobre una cinta transportadora y va atravesando diferentes fases de limpieza, en un recorrido continuo y eficiente.

Cada tipo de autolavado tiene sus propias ventajas: rapidez, comodidad, precio o mayor control sobre el resultado final.

¿Cómo funciona el puente de lavado automático?

El puente de lavado automático es una de las opciones más comunes en estaciones de servicio y centros de lavado. Su funcionamiento es sencillo y eficiente:

  1. Colocación del vehículo: el conductor sitúa el coche en el lugar indicado y apaga el motor. Normalmente, basta con seguir las señales del sistema para posicionarse correctamente.
  2. Aplicación de agua a presión: el proceso comienza con un prelavado que elimina la suciedad superficial gracias a chorros de agua a alta presión.
  3. Proyección de espuma activa: se aplica un detergente especial que reblandece la suciedad incrustada, como restos de insectos, barro o grasa.
  4. Cepillado automático: cepillos de diferentes materiales recorren la superficie del coche, adaptándose a su forma para limpiar la carrocería sin dañarla.
  5. Enjuague final: nuevos chorros de agua retiran la espuma y los restos de suciedad.
  6. Aplicación de cera (opcional): en muchos puentes de lavado se ofrece la posibilidad de aplicar una capa de cera protectora que aporta brillo y protección frente a la lluvia o el polvo.
  7. Secado automático: potentes turbinas de aire eliminan el agua, dejando el vehículo seco y listo para circular.

Este sistema es muy popular porque ocupa poco espacio y permite un lavado rápido y completo sin que el coche se mueva.

¿Cómo funciona el túnel de lavado automático?

El túnel de lavado es ideal para centros de gran volumen de clientes, ya que permite lavar varios vehículos a la vez. Su funcionamiento es similar al del puente, pero con la diferencia de que el coche avanza a través de una cinta transportadora.

Las fases habituales son:

  1. Entrada al túnel: el coche se coloca sobre la cinta y avanza lentamente mientras el conductor permanece dentro.
  2. Prelavado con agua a presión: chorros de agua eliminan polvo y suciedad superficial.
  3. Aplicación de jabón o espuma activa: el detergente cubre toda la carrocería y comienza a disolver la suciedad más incrustada.
  4. Cepillado progresivo: a lo largo del túnel, diferentes cepillos de rodillo y de disco actúan sobre laterales, techo, llantas y partes difíciles de alcanzar.
  5. Aclarado y cera protectora: se eliminan los restos de jabón y, si el cliente lo ha elegido, se aplica un producto de encerado para mejorar el acabado.
  6. Secado por aire forzado: potentes secadores de aire seco completan el proceso en segundos.

La gran ventaja de los túneles es que son más rápidos y permiten un mayor flujo de coches, lo que los convierte en una opción rentable para negocios de lavado de vehículos.

Servicios de autolavado de coches: Eyna

Un autolavado de coches es mucho más que limpiar un coche. Detrás de cada servicio hay innovación tecnológica, sistemas diseñados para optimizar el consumo de agua y energía, y distintas modalidades de limpieza que se adaptan a las necesidades de cada conductor y a cada tipo de vehículo.

Ya sea mediante un puente automático, un túnel de lavado o un box manual, el objetivo siempre es el mismo: mantener el coche en buen estado, prolongar la vida útil de su pintura y ofrecer al conductor una experiencia rápida, cómoda y eficiente.

En Eyna sabemos que contar con un centro de autolavado bien diseñado marca la diferencia. Por eso instalamos soluciones de lavado de coches adaptadas a cada espacio y negocio, garantizando resultados óptimos tanto para los usuarios como para los propietarios del servicio. Si estás pensando en montar tu propio negocio, ¡contacta con nosotros!

 

 

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